Matilde:
A tu Madre la conocí alzando voces de guitarra, tierra y dulzura.
Con su cuerpo abrazable, pequeño y tierno conquistó mi amistad poco a poco.
Entre eternas escenas de poesía, canto y danza en casa del Lonco compartímos mas de una alegría, y sin duda algunas tristezas.
La veo aconsejandome de amores, y dando vistos buenos a mis parejas.
Me la imagino de pequeña, trepando algún árbol en su Peñalolén, tirando piedras en terreno valdío, saltando alguna acequia, me la imagino jugando a la pelota, queriendo meter mas goles que sus amigos hombres.
La veo en las colonias infantiles, jugando con los niños, siendo la tía, la compañera, la amiga.
La veo dando sus primeros pasos de cantante en su barrio, cantando de peña en peña, de acto en acto, alzando la voz de Violeta y mitigando algunas penas con el sonido cuerdístico de su instrumento.
La veo llorando niña al perder a su madre, y la sueño cantandole esa canción que a su madre le gustaba tanto, con guitarra en mano, sollozando en tardes de solitario cementerio.
La recuerdo en noches de vino y alegría en Lota, corriendo por los callejones en bajada. Entrando de improvisto por la ventana de la pieza en que dormía junto con la Pame de madrugada.
La recuerdo cantando hasta la última gota de voz que nos quedaba.
La recuerdo en aquella noche que me hablaba de su amor, bien borracha, cual canción mexicana, contandome de el niño que le gustaba, y que hoy es padre de su hija.
Hoy la veo feliz, la veo Madre.
Y me sonrojo de pura felicidad.
Me colmo de alegría.
Me estrujo de felicidad al ver tanta vida rodeando a mi chica querida.
Que hermosa eres Matilda, bello bebé, que vida hermosa la que te espera, junto a tus padres, lleno de música de tierra, poesía y amor del bueno.
Un abrazo mi querida Isa, que el sol ilumine tu camino junto a Matilde y Andrés.
Te quiero mucho Matilde, bienvenida bella niña, seguiremos luchando porque tengas un mundo mejor.
Los quiere
Ricardo Silva Rivera
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario