Eso de los peros
y los puntos supensivos
siempre han sido alerta
de que un beso viene cerca
a la vuelta de la esquina
al tantear de una madrugada
entre medio de un tinto
con olor a cigarro
y con la piel en punta.
Es deja la puerta abierta
y no cerrar las estrellas
pero....
es que...
si fuera....
Los peros
siempre traen consigo
un mar de dudas
un oleaje de ganas
de besar arrebatadamente
al más mínimo pestañeo
en plena luz roja
al lado de la pata coja
queriendo no parar
en el bamboleo de los cuerpos
que se susurran
y se ensañan con alevosía
en cada punto suspensivo
en cada puerta abierta
en cada vaso sulfurado
siempre espera la luna.
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